En el ruedo…

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Logré entrar al lugar, casi se habían llenado por completo las gradas, las personas se habían convertido en puntitos negros que adornaban recinto. La Plaza de Toros parecía imponente y majestuosa, era la primera vez que la visitaba y también sería la última. Me preguntará cuál era la intención de que hubieran citado al público a las 17 horas cuando el cantante llegaría tres horas después, sin embargo, me decidí llegar a esa hora, “siempre hay que llegar temprano”.

Tomé mi lugar y me predispuse a esperar un largo rato, pero hubo una pequeña sorpresa, a las 5:30 dio inicio un espectáculo que me dejo sin habla, un espectáculo cruel y a todas luces denigrante. Comenzó un rodeo en el que se utilizaba a los toros para montarlos, lo cruel no era que los montaran, lo cruel era lo que hacían para que los animales respondieran así; los jalaban con cuerdas y utilizaban las famosas varitas de toques, los obligaban a entrar al ruedo y los animales actuaban por impulso queriendo quitarse de encima a los vaqueros.

Me parecía impresionante que alguna gente pudiera celebrar con las palmas y con gritos mientras los animales asustados buscaban la forma de regresar a los corrales, de no ser expuestos de esa manera y me pregunté: Si eso era en un simple rodeo ¿Qué sería una verdadera corrida de toros?

En México se vive la llamada “Cultura de la Muerte” en donde estamos expuestos a múltiples manifestaciones de violencia, donde todos los días nos encontramos con notas de agresiones, de muertes, de secuestros y demás, y eso repercute de forma negativa en los ciudadanos. Los espectáculos de toros son sumamente violentos; tanto los toreros como los animales terminan lastimados y se vuelve evidente al ver la sangre sobre el ruedo. Corridas de toros es lo que menos se necesita en un país que ya está suficientemente expuesto al sobresalto.

No creo que exista una razón lógica para  impulsar a la tauromaquia como Patrimonio Cultural de Querétaro cuando termina afectando psicológicamente a los asistentes al someterlos a un espectáculo tan cruel. Las corridas de toros no son una expresión artística, no puede haber arte en lastimar a un ser que no tiene el poder de defenderse, no puede haber arte en reproducir a los toros sólo para matarlos y no deben seguirse permitiendo para simplemente preservar los intereses económicos de una clase dominante.

Acerca de Bibi Guva

Actualmente curso el 6to semestre de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la Universidad Autónoma de Querétaro. Trabajo como reportera en el semanario Libertad de Palabra y soy parte de la empresa Quisque photography. He tomado dos cursos de fotografía, uno enfocado al fotoperiodismo y otro enfocado a la fotografía comercial.

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